Quemas.
Quemas como una vela bajo el pulgar,
Y es curioso que estés lejos…
Siento haberte dejado, eso es una disculpa.
Es que me doy cuenta de tantas cosas,
Nuestra historia no ha terminado,
Estoy desarmado, sin alma, desolado.
Quema tu mirada a la distancia,
Prendes en mis recuerdos como hojas,
Alerta máxima para estos días,
Un poco de amor reclamo esta noche.
Trato de explicarme lo ininteligible,
Lo incomprensible se hace dueño,
De las circunstancias en que te evoco,
En que esta noche te haces dueña de todo.
Y te amo, profundamente te amo,
Te extraño, más allá de los astros te extraño,
No puedo permitirme dejarte ir,
No puedo dejarme a la deriva, así sin más.
Quema nuestro recuerdo juntos,
Quema la posibilidad de que se diluya,
Y no me arriesgo a dejarlo pasar,
Pues quema, como quema el recuerdo de tu beso.
Has marcado mi alma,
Como marcaste cada uno de mis días,
Y pretendo olvidarte pero no puedo,
Eres como una mañana de verano,
Que me hace volver a mis mejores años.
Y quemas como el silencio inexpresivo,
Quemas como una cuenta pendiente,
Quemas como algo que quedo incompleto,
Quema tu amor incondicional y mi culpa,
Quema tu amor incandescente…
Eres la llama de una sonrisa ardiente,
Eres el recuerdo vivo que marca la vida,
Y dictas los segundos del alma maravillada,
Un llanto desconsolado que pasa,
Quemas como la mirada radiante,
Quemas como un mundo en movimiento,
Quemas como un anochecer viviente,
Quemas como el encuentro entre la luna y el sol,
Como una bendita tarde de vivencias…
Y si, eres la que dicta el ritmo de mi vida,
La que da fuerzas a todo momento,
Eres la que dice, la que da y la que quita,
Quemas como las sombras de mis pasos,
Quemas como una sonrisa maravillada,
Quemas como un sol de verano,
Quemas como la belleza de los años…
Quemas, y así marcas con tu verdad.
Quisiera encontrarte en los cielos,
Pues tu das camino a cada uno de mis pasos,
Señalas la verdad con tu presencia,
Tu compañía es la maestra,
Tu señal, tu vida es para mi perfecta.
Quema tu presencia esta noche,
Estás lejos, pero aún así quemas,
Tus ojos miran nuestro destino,
Nuestras manos se unen, así sin más…
Sacha Grant.-