sábado, marzo 31, 2007

Alli, fuera de los cercos.-


Allí, fuera de los cercos,
Allí, donde experimentas,
La libertad naciente,
El cumplimiento de promesas.

Allí, encontrarás calor,
Allí, asidua esperanza,
La completa templanza,
Inabarcable amor.

Allí, mis sueños,
Allí, silencios,
Palomas blancas,
Allí, fuera de los cercos.

Vive el color,
De los árboles,
El afónico canto,
De las gárgolas;
Vive el dolor,
De una separación,
Una sonrisa,
Por encontrarte.

Allí, sin límites,
Fuera de los cercos,
Allí, donde hay un abrazo,
Donde cobra vida lo muerto.

Allí, tus sueños,
Allí, los cielos,
Nuestras vidas,
Allí, fuera de los cercos.


Sacha Grant.-

viernes, marzo 30, 2007

Dirá...



Dirá el sol, cuánto me haces falta,
y la luna refutará con estruendos,
cada celo de la noche dominará,
cada estrella con su mejor atuendo.

Y dirán las aguas, lo cierto del silencio,
acerca de la verdad, y lo perverso.

Dirá la lluvia, lo que me pierdo,
el calor secará las tumbas,
y la muerte vendrá acompañada,
de mil años de amarguras.

Y dirás que es mi castigo, el hecho de amarte,
más grande es tu ego... yo puedo conquistarte.

¿Qué dirá aquél pájaro de tu perfume?
¿O la rana vieja acerca de tu amor?
¿La noche alargará la dicha?
¿La soledad morderá el valor?

Diré a tus ojos, la verdad más mentirosa,
morirá la noche, y nacerán mil rosas.

Dirá el río, a tu belleza,
que nada crece sin corazón,
a su vez, volaré las estrellas,
vendrá la mañana, dirás adiós.

Dirá un caracol, ciego por la bruma,
que eres tu querida, la razón de mi locura.

¿Y que dirá el arpegio, de la guitarra cantora?
¿O la eterna tristeza de la bailaora?
¿Qué dirá la lágrima de emoción en tus ojos?
¿O mi beso que partió tu boca?

Dirá la noche, escondida bajo las piedras,
que tu mirada me curó, de cien años de penas.

¿Y qué dirá, el decir de las bocas?
¿Acaso mueren de soledad las diosas?
¿Qué dirá el sinfín de enroscados silencios?
¿Es acaso por mi causa que sollozas?

Dirá la incertidumbre, la razón de las copas,
el sentir tu cuerpo... más allá de las ropas.

¿Y qué dirán las almas, sin los eternos roces?
¿Acaso no somos proclives a amarnos?
¿Qué dirá la unión de los corazones?
¿Acaso hoy no quieres embrujar el escenario?

Dirá la mirada perdida, en los cielos apagados,
que hoy patina por años acanalados.

¿Qué demonios dirá, el enojo de los sabios?
¿O la eterna sonrisa de los soberbios?
¿Qué dirá la dicha de conocer?
¿Y no enseñar por altanero?

Dirá la alondra, y todo sucumbirá en silencio,
amará cada árbol, sanará cada bosque enfermo.

¿Dirás a los corazones, tu secreto?
¿Amarás sin discreción cada momento?
¿Acaso, no eres tú mi inspiración?
¿O simplemente un mero sentimiento?

Dirá la soledad, la pureza de su fermento,
que te sueño, que te hecho de menos.

¿Dirán las ranas, con su cantar tu secreto?
¿Escuchaste, el croar de su pulso tieso?
¿He de esperar, que la lluvia me bañe?
¿Dolerá, saber que amarte ahora es tarde?

Dirá, el saco roto de las ilusiones mañaneras,
que he perdido, el rumbo, la razón y la certeza.

¿Dirán las luces en su lenguaje apasionado?
¿Dirá la hormiga soldado, que no morirá quieta?
¿Dirá acaso, la nube que caerá para taparnos?
¿Que el arcoiris, es una ilusión muerta?

Dirá la noche fugaz, que todo ha terminado
y quitaré del camino, mi letra, mi poema acalorado.

¿Qué dirán tus pecas, en silencio a mis labios?
¿Que dirá tu tacto, al movimiento de mis manos?
¿Qué dirá tu sensual mirada, a tu cómplice mis ojos?
¿O la eterna unión de nuestros infinitos abrazos?

Dirán que somos uno, por siempre inacabados,
y moriremos juntos, para renacer encaminados.

¿Nada queda por decir?
¿Todo fue muerto?
¿He de vivir más años?
¿En ti seré eterno?

Sacha Grant.-

martes, marzo 27, 2007

Córdoba.-




Tierra de donde salen,
ríos de oscuras aguas,
pastos largos, duras rocas,
tierra que me recibes,
como pocas...

Ciudad de los dolores,
de crecimiento inevitable,
de ineludible sonreír,
de un amor entrañable.

Ciudad, tierra de mi alma,
de años traspasados,
por la hoja de una daga,
la de la soledad,
la de la calma.

Tierra, que me enseñaste,
que la vida duele,
y que nada más vale la pena,
que separaste mi existencia,
dejaste secuelas.

Hoy puedo decir que,
te quiero tierra,
que hay una pertenencia,
que el calor del verano,
se corresponde con mi fastidio,
y que la luna de la noche,
me recuerda mi olvido;
que amo mis tierras,
mi lugar y mi apellido.

Ciudad de mis ancestros,
que sostuviste con paciencia,
mi constante desesperar,
bajo tu seno.

Tierra, amada tierra,
que me regalaste mi madre,
un dulce corazón eterno,
que por mi vida late.

Ciudad, amada ciudad,
de frondosos árboles,
de pájaros cantores,
cañada de porvenires,
y grandes mentores.

Te agradezco tierra,
Córdoba de mis amores,
y aunque no menguen los temores,
la victoria será eterna.

Sacha Grant.-

Atemporal.-


Si te creo que me quieres,
la mañana volverá para llevarme,
ya nada valdrá,
todo será escaparme.


Hay luces en el agua,
perfume de alcanfor,
tres millones de momentos,
que me recuerdan tu calor.


Y un océano de flores,
sementeras de un adiós,
dos gaviotas que cruzaron,
borrachas de tu amor.


Y escruto tu semblante,
amo hacerlo en silencio,
pues ignoras que lo hago,
y eres alegría, sin espacio ni tiempo.

Sacha Grant.-

sábado, marzo 24, 2007

Descalza.-


Veo como caminas,
descalza, sola,
y miras la noche,
y muere una rosa.



Y descalza te acercas,
pura, ansiosa,
y muere la soledad,
dolorosa, graciosa...



De pantuflas y pelo atado,
camisón y calor,
regalas el beso más dulce,
de café negro con amor...




Sacha Grant.-

miércoles, marzo 21, 2007

Tu mirar.-


Supervivo a la mañana,
sólo para encontrarte,
y te apareces en silencio,
callada, sin expresarte...

Y caminas,
y te empapas,
en las aguas heladas,
Y juegas,
y me invitas,
con el amor de una mirada.
En la noche,
me recuesto,
y escapo a la soledad,
y duermo, y anhelo,
mil años,
de tu mirar...



Sacha Grant

lunes, marzo 19, 2007

Vacío y Vicio.-



Se siente vacío,
el silencio tu ausencia,
se siente el vicio,
de mi despertar...

Estuve amándote,
estuve cantándote,
ya no sé que hacer,
puedo esperarte.

Se siente el dolor,
se pervierte la noche,
corrompo mis venas,
abandono este mundo.
Y vuelo alto,
las estrellas me sostienen,
sobre un mar abarrotado,
de hacinados dolores;
y camino sobre los cielos,
puedes verme,
aunque no me mires,
puedes sentirme,
pues te abrazo,
con brazos de distancia,
con perfumes inmortales...

Se siente vacío,
y es vicio no poder amarte,
vicio también es esperarte,
entonces puedo morir...
y quizá volver a la vida,
millones de veces,
seguidas de amor incondicional;
te siento y no tanto,
puedo lamentarte y cuánto!
pero es que te amo,
y sólo quiero... regalarte,
mi corazón y mi llanto...
Sacha Grant


viernes, marzo 16, 2007

Te escondes...


Eres, convertida en noche,
en augurio fiel que mana,
Eres, la sonrisa perfecta,
terca actitud, cariñosa mirada.

Y te dejas acariciar por la brisa,
que traspasa el cielo embrujado,
Y te dejas llevar por la penumbra,
que delata mi silencio más callado.

Ya nada te detiene, nada me desata,
quieres amar, y te sientes varada,
Ya nada te doblega, te escondes...

Sabes que te espero, bien lo sabes,
sabes que te extraño, abrazada,
lo sabes, pero sin embargo, te escondes...


Sacha Grant.-

sábado, marzo 10, 2007

Sigo tu camino.-


Sigo tu camino, a través del silencio,

y te encuentro, situada sobre los astros,

ya nada significa tu alejamiento,

nada te sustrae a la mirada.


Sigo tu camino, en la noche,

y te confundes con el universo,

es tu perfume el que envuelve,

las estrellas con mi verso.


Y tu rastro, la esperanza,

una señal de la locura,

de amarte y extrañarte,

infinitamente sin cordura.


Tu camino,

es mi balanceo,

sobre el columpio de mi vida,

y espero conocer tu cuerpo,

sentir tus ojos, amar tu alma,

que pasen los años más tiernos,

y que un día aparezca tu sonrisa,

para dar sentido a mi corazón yermo.



Sacha Grant.-



martes, marzo 06, 2007

Hace cuánto...







[...] ¿Sábes hace cuánto te espero? Desde que las estrellas son estrellas, desde que las montañas son montañas, desde que mi vivir es amor por ti… Entonces, puedo decirte, que he de echarte de menos, aún cuando los silencios invadan mi existencia y tenga que rendirle cuentas a mi corazón, cuando cada parte de mi alma te busque en el firmamento y te encuentre dormida sobre las cobijas de astros; cuando las tormentas más terribles azoten cada caricia de tus manos pintadas en mi cuerpo, y yo aún me encuentre solo… [...]