Y así te pareces,
al sol infinito, a los besos;
y así, te conozco,
en un mito, en un verso.
Y te pareces también,
a un 'te quiero',
y como una hormiga,
de a pie, cargo con mis sueños.
Eres, la palabra,
la mujer, mi descanso,
el remanso,
resguardo de mi alma.
Y eres noche,
una infinidad de roces,
mi vida dedicada,
mi corazón...
Y mi corazón, tu guarida,
de silencios dominantes,
de lluvias alicientes,
de perversos disparates;
y más perverso es decir que te amo,
y más todavía, el hecho de amarte,
cuando no te veo,
y no siento extrañarte...
¿Por qué no lo hago?
¿Por qué no buscarte?
Porque tengo en el alma cansancio,
y no quiero despertarme;
¿Por qué hacerlo?
¿Por qué amarte?
Porque tengo un solo corazón,
y quiero conservarme;
Para una seguridad,
que lo ordinario no puede darme,
para una vida,
llena de dulces... complicidades.
Y eres así, continua,
fina línea que demarca,
la locura, la insensatez,
de la razón elaborada;
Y así serás, mi loca idealizada,
crecerás con el alma enamorada,
de silencios resguardados,
de ruidos precipitados,
de una madura liquidez,
de besos evaporados;
En una noche, en un verano,
donde hoy piensas que no...
pero te extraño.
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