jueves, febrero 17, 2011

Un ensayo sobre la vida... y el amor.


La mayoría de las veces no comprendo. Los días pasan, el mundo se mueve. Y a veces no comprendo.
¿Las personas pueden cambiar? Si y no. Calculo. Hay momentos, circunstancias de la vida que te exigen un cambio.
El amor es transformador, el amor eleva a las personas. Hablamos del amor puro, noble, exigente.
En ocasiones la vida me demostró lo fuerte que golpea. Y eso es lo normal, lo habitual.
Pasa que uno se imagina que vivir la vida es transcurrir los días, sin mayores movimientos ni obstáculos que se interpongan.
Lo cierto es que mi experiencia me demostró que la vida es una sucesión de eventos, ni buenos ni malos, sino complejos. Es simplemente la vida. Que paradoja: Es simplemente la vida compleja.
Por algo sucede lo que sucede. El desafío está en vivir esos eventos a full, dándoles emoción y energía positiva.
En el plano de los proyectos personales como el trabajo, considero que la felicidad no es un estado de alegría permanente.
La felicidad es un estado del alma, una armonía que alcanzamos cuando tomamos real conciencia de que vamos tras de aquéllo que nos completa y las expectativas que ello genera.
También creo que la felicidad no está sólo en alcanzar lo que uno busca. Sino en pelear por ello.
El sólo poder jugarse por lo que uno quiere, es ya un avance importante.
En el amor es igual. Creo que el amor de una relación necesariamente tiene que ponerse a prueba.
Ya escuchamos varias veces que el amor no debe basarse sólo en el plano sentimental ni sólo en el plano racional.
¿Pero intentamos realmente alcanzar ese equilibrio? ¿O por seguir adelante nada importa?
Una relación se construye sobre coincidencias que unen a las personas, pero tengamos en cuenta que las personas alcanzan un mayor nivel de conocimiento y confianza, por medio de las crisis y los momentos duros. Y eso fortalece...
Ahora, poco a poco voy comprendiendo...
La vida y el amor, decididamente no son fáciles, pero si son impredecibles.

Sacha Grant.-

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