El momento de la noche,
llega el instante en que veo con claridad,
se concentra la quietud, el desorden,
entonces me abstraigo...
No se si hablarte, o preguntarte,
quizá albergas silencio,
hablemos sobre la divergencia de las almas,
o contemplemos callados el infinito...
Dudas asaltan mi pensamiento,
dudas de que dude sin dudar,
entonces se abre un abanico,
de pensamientos, pensados sin pensar...
Quisquillosa melodía suena,
cartas de antigüa data se revelan,
un sol, una luna y diez estrellas,
muere la voz, canta la ausencia...
Sacha Grant.-
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