miércoles, agosto 20, 2008

Hemos conseguido...


yo pienso que eres como las montañas de la cordillera,
tan pura, tan blanca, eres descaradamente sencilla;
me intimas con mirada suspicaz, a tocar tu cuerpo,
entonces me conozco entre tus brazos, eres tu, soy yo...

yo pienso que también, puedo amanecer dormido,
perderme entra la belleza de los cielos marchitos;
quizá el sudor de los jazmines, te nuble el panorama,
el perfume del silencio, el color de la ausencia, yo...

eres hastío en la penumbra que duerme el ocaso,
la llama de cien años de soledad, eres amarillo recuerdo;
quizá te encuentre doscientas veces añorando,
con amor, sin esperanza y dolor, lo que has perdido...

pero yo me encuentro, hoy estoy atorado, no en ti,
estoy preso de mi propia existencia, soy mi cárcel;
pero te pienso en mi corazón, y te siento en mi cabeza,
como caricias que tiernas se clavan y se esparcen...

en ciertas oportunidades como un loco he conseguido,
hablarte, sin ser escuchado, y te amé con entrega final;
eres como el polluelo mojado que mira arrepentido,
soy como el idiota que soy, pues no se que será...

de hecho, tanto te he buscado, tanto echarte de menos,
diría la persona más lógica que abrazarte sería lo más cuerdo;
¿qué hacer si ya no confío? ¿si he sufrido por amarte?
si he perdido noción del error, de lo probable, de lo correcto...

hete aquí que he aprendido los pasos de cada amanecer,
he despertado, pensando en ti, amando cada día tu perfume;
te he elegido, como mi mujer y como tal te he guardado,
sólo para ti, en mi vida, en cada silencio, en los recuerdos...

¿que dirá aquélla brisa de los años acerca del tiempo?
que pasé por aquí, envejeciendo en mis pensamientos;
¿que dirá la costumbre de sentirte conmigo aunque estés lejos?
que pasé por aquí, noble por amarte, tonto por esperarte...

continúo pensando, que eres como la blanca nieve de la cumbre,
allí te llevan cada día las alas de los ángeles de Dios;
por las mañanas bajas para encontrarte con mis sentidos,
por las noches, te elevas para alejarte de todo dolor...

sabemos bien que hemos crecido a fuerza de dolor,
te prometo hoy día, que nada de lo que pasó será otra vez;
he conseguido arrancarte una sonrisa fugaz de a momentos,
has conseguido, que yo ame responsablemente, sólo una vez...

Sacha Grant.-

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