se sumergió el corazón por las tuberías,
imaginé nuestros llantos entrelazados,
me encorvé sobre las terrazas para vernos;
Y el silencio me encontró, huracanado,
torrente de vida, carcajada del viejo cansado,
hemos vivido el amor, la tristeza y una vida,
comienzo de la continuidad que nos alberga...
Contagiado de una tos que no se muere,
expulso el pesar, el tiempo y la experiencia,
quiero reclamar el amor, la conquista,
sin perder tus ojos, tu sonrisa ni tu paciencia.
Metamorfosis de actitud, no de vida.
Alejandro Pagano Zavalía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario