Se avecina la tormenta,
y nada que pueda hacer,
con ella te acercas, sola,
dejas rastros, no los perderé.
Quisiera no quererte tanto,
perderte un poco más,
y que no duelas tanto,
te quisierta borrar.
Ojalá los astros se junten,
y tus ojos se cierren,
iluminaré mi camino,
no existe la suerte.
Hay destinos y destinos,
y mi voluntad para elegirlos,
tengo mis sueños y mi vida,
y mi Dios para dirigirlos.
Sin dependencias,
sin ataduras,
no es que duela,
no hay amargura.
Puedo volar,
encima de los mares,
y amar,
sin razones.
Así soy,
con el corazón grande,
y viviré,
y moriré,
para amar.
Así soy,
con el alma abierta,
y moriré,
y reviviré,
para abrazarte.
En la eternidad...
Sacha Grant.-
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