Esta noche, en que el frío coroe a los transeúntes, me siento en un banco de la plaza, y me transporto. Me transoformo también, en tu amante, en aquella persona que siempre, incluso en sus sueños, te piensa y te espera.
Y quisiera poder avanzar en mi vida, decir que todo ha cambiado, que hoy, mis ojos no mueren por verte. Y es así, ha madurado el árbol, la flor ya no se cierra con la noche; las ramas viejas, saben que por allí pasará un huracán de ríos descontrolados para llevarse la voz de los muertos.
Hoy, todos caminamos ciegos, incluso el beso de la luna fue sereno. Caminamos ciegos y secos, serenos... nada nos conmueve.
Así somos, y por ahora así seremos. Por el momento, solo aquí estoy, pensándote, esperándote.
Sacha Grant.-
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