Silencio.

¿Qué es el silencio?

¿Es acaso tu risa?

o quizá,

¿La brisa? o ¿El deshielo?

Eres tú el silencio,

recostada sobre la hierba,

y tú el deseo,

¿Mi sensibilidad muerta?.

Silencio dominas,

la oscuridad recorres,

acallas las mentiras,

resucitas corazones.

Tú silencio,

verdad deliberada,

silencio de añares,

soledad amada.

Sacha Grant.-

Si...

Si, te echo de menos,

tanto como las hojas al viento.

Y te amo, como aman,
los fantasmas, a los años viejos.

Si, te espero, como espera,
cada perchero a su sombrero.

No hace falta, que te diga,
todo lo han dicho mis besos.

Ni que te abrace, como hiciste,
aquella tarde al cartero.

Pues esperabas, una señal,
y esa carta, te regaló aire nuevo.

Si, esa alegría, del encuentro,
hará por años, muchos años,
que guarde tus miradas,
y tu perfume, en mi ropero...


Sacha Grant.-

Sin conocerte...

Estoy cansado,

de esperarte,

de amarte,

sin conocerte.

El conocimiento,

ausente aquí,

sólo esperanza,

no la perdí.

Hablo al cielo,

al ángel que voló,

hablo a la cigarra,

y al sapo cantor.

¡Tú, de alma agitada!

¿He de entrometerme?

¿He de amarla?

¿He de perderme?

En aquellos ojos,

en su piel de otro planeta,

en sonrisas mundanas,

¿En su perfecta silueta?

Aún el cansancio,

hoy duerme mi sueño,

y continúo a la espera,

del abrazo perpetuo.

Sacha Grant.-

De la noche cae...

Lo que cae, el rocío,

para tenerte lejos, para sentir frío.

Para amarte, cayó el día,

también para perderte...

Se durmió el clavel,

cantó una alondra,

amaneció el mar,

para llevarse tu boca.

El sol, se desperezó,

y sonrió la vida, murió el dolor.

Sacha Grant.-

Flores.-

Tienes flores en tu pelo,
Caricias de viento en tu cuello,
Y una eterna sonrisa en tu rostro,
Me hace echarte de menos…

Aquellas flores y estos recuerdos,
Recorro millones de kilómetros inmersos,
Una palabra por cada mirada,
Y una mirada por cada verso.

He perdido mis amores, mi fortuna, los encuentros,
Hoy te tengo, desnuda de alma, vestida de cuerpo,
Y podría pasar la eternidad escuchando tus ojos,
Tocando tu alma, amando tus risas y besando tus besos.

Noche oscura, silencio de campo,
Un sentimiento de culpa, porque me callo pero te extraño,
Una luna de misterios, verano, verano raro,
Una estrella me enseñó tu camino… y el sendero de los años.

Un jazmín entre tus dedos,
Y millones de pajaritos sobre tus manos,
Interpretaron una sinfonía de amor,
Me confiaron cada uno de tus pasos.

Hoy tus manos con las mías,
Permanecen separadas,
Y no voy a quedarme con la duda,
De cual es la química que nos ata.

Sacha Grant.-

Dormida...

Hoy te veo,

como cada tarde,

y te siento,

tan ausente.

Y esta tarde,

cuando caiga el sol,

ya no sabré nada,

nada de tí.

Hoy, esta tarde,

te veo dormida,

y también,

perdida.

Y perdida en el color,

de años de cenizas,

y también de caricias,

de manos que no son mías.

Entonces recuerdame,

que te estoy recordando,

en los abrazos ajenos,

en los besos de otros labios.

Y esta noche,

echa de menos,

como yo que también,

te estoy extrañando.

Sacha Grant.-

Así es...

Con un beso, así es,
con ternura y de noche.

Una luna de silencios se ve,
que presume en el espejo.

Y tu miras, sonríes,
cada dolor, conviertes.

Con un guiño de ojo, así es,
con mis brazos en tu cintura.

Así es, perdiendo la locura,
soñándo, nada que perder.


Sacha Grant.-

Demarcación...

Esta noche, aúllo,
Y me recuesto,
Y en silencio,
Te convenzo.

Y miro a tus ojos,
Y se produce el deshielo,
Caníbal de los años,
Se calientan los besos.

Esta noche, acaricias,
Y murmuras,
Y escandalizas,
Y susurras.

Y besas los cielos,
A labios perecederos,
Y cautivas las afonías,
De las voces de tiento.

Fina como la línea,
El grito que se apaga,
Muere una sonrisa,
Nace una mirada.


Sacha Grant.-